Al ver el trabajo de Leonid Afremov , inmediatamente uno se remite a imágenes nostálgicas. Da un efecto de caleidoscopio, de vitral acuoso que incita a contemplarlo y embelesarse con los detalles. Su técnica no necesita el uso del pincel, sólo usa la espátula y el óleo directo.
El pintor nació en 1955 en Bielorrusia y trabajó en una fábrica de cerveza y licores como diseñador y luego como escenógrafo teatral.
En 1986 ocurrió el desastre de Chernobyl a unos kilómetros de su ciudad natal y su niño de 2 años resultó afectado. Así que se mudó a Israel en 1990, donde abandonó la ciudadanía soviética por la israelí, que sigue conservando en la actualidad.
Resulta sorprendente el dinamismo reflejado en sus obras, la luminosidad que ofrece al espectador. La ausencia del uso del pincel genera una creación espontánea y no por ello burda; sin embargo da detalles al espectador que evocan delicadeza y naturalidad. Es como un recuerdo lejano en medio de un día lluvioso. A continuación les dejo un par de ejemplos de su obra:
sábado, 4 de enero de 2014
¡¡¡Saludos!!!
Este blog es un espacio en donde reflejaré mis gustos e intereses, y ¿por qué no? mis inquietudes. Así como un ejercicio mentalmente saludable para ejercitar la pluma y la vocación de búsqueda constante. Bienvenidos.
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